lunes, 6 de mayo de 2013

Stop! Consejos para echar a volar fuera del nido.


¡Buenas noches! El máster es más intenso de lo que parece, pero estoy muy contenta. Estoy aprendiendo muchísimo. No hay nada como la experiencia y el manejo de las cosas del día a día para el Aprendizaje y el valor de la "Seguridad en uno mismo".

Bueno, no me enrollo. Esta vez os voy a hablar de cuatro consejos que he aprendido de la experiencia de convivir día a día con gente que no conoces de cero. Y es que, ya que la gente con la que vivirás por un tiempo es una lotería como bien me ha dicho mi amiga Montse esta tarde, sí está bien llegar a un sitio un tanto prevenido.


1. Es importante buscar piso con mucho tiempo de antelación. 2 o 3 meses mínimo, porque cuanto más tarde, más difícil será que el piso sea aceptable. Ve apuntando en un word aquellas ofertas que más te gusten, poco a poco. Luego ya tendrás tiempo de investigar sobre ellas.

2. ¿Que no sabes donde buscar? Hay páginas web que están bien como Easypiso o Idealista, con la pega de que en esta primera para contactar con la gente, casero o inquilino deben estar registrados. Espera a que sea el casero el que esté registrado antes de hacer movimiento. Tantea, es tu primera vez. En Idealista hay una sección donde la gente escribe sus mensajes buscando compañero de piso. Así conocí yo a la mía.

3. Hay dos formas de alquilar un piso. Puedes entrar a convivir con inquilinos antiguos o empezar de cero con gente nueva. A mí particularmente me gusta más la segunda opción. Prefiero crear constructivamente entre todos unas normas de convivencia más que amoldarme a unas costumbres ya definidas. Pero apuesto a que ambas están bien, todo es probarlo.

4. Si te decantas por convivir con gente empezando de cero o no, en ambas, una vez seleccionados unos cuantos pisos, intenta planificar citas aunque toque ir a la ciudad en cuestión con mucha antelación. Merecerá la pena. Cuanto más esfuerzo ahora, más comodidades tendrás durante tu estancia. Y es que nunca se debe perder esa frase de "hogar dulce hogar".

5. ¿Y por qué digo comodidades? Porque si es la primera vez que sales de casa, existen pequeñas cosas que si no te las cuentan, no son agradables de descubrir. Por ejemplo, si la ciudad es muy fría en invierno, mira que tenga calefacción. Se irá mucho dinero en calefactores, y más si las habitaciones son muy grandes. 

Otras cosas serían, por ejemplo, comprobar que las ventanas no tengan rendijas por las que entre el aire, o probar si la cama es "normal" (se ve de cada cosa... he llegado a ver colchones cuya sensación es de de haberlos recogido en la calle). También, comprobar que el calentador no sea muy viejo o podría estar apagándose solo cada dos por tres. Y si sois pícaros, incluso preguntad cuándo se pasó la última revisión obligatoria. Mi novio descubrió hace menos de un mes que su casera no hizo revisión del calentador desde el 2005 y estaba destrozado. Para que les hubiera pasado algo...

6. Tened en cuenta que si vais a vivir de cero con Erasmus, vosotros seréis responsables de pagar todas las facturas. Lo sé porque quise en su día abrirme una cuenta bancaria con mi compañera y no le dejaron en ningún banco para esa finalidad por ser extranjera viviendo en Barcelona de forma temporal. No es que sea algo malo, pero que lo tengáis en cuenta. Yo no he tenido problema hasta ahora con eso, de hecho he aprendido mucho sobre el tema y mis compañeras me han dado el dinero siempre bien.

7. Que el casero no os cuele la Comunidad y el IBI. Son cuotas e impuestos que debe pagar el casero y por el cual caemos por inocentes. Es cierto que la cuota de la comunidad normalmente la acabamos pagando porque suele incluirse dentro de la mensualidad, pero... estimad el gasto de mensualidad por el piso sin medias tintas. Pisos que aparentemente pueden ser muy baratos, pueden llevar trampa. Y el IBI sí que ni se os ocurra.



8. ¿Ya has encontrado tu piso ideal? ¡Felicidades! Ahora hay que firmar un contrato. Léelo de cabo a rabo, firma todas las hojas y que el casero haga lo mismo si estáis de acuerdo. Recuerda que también se ha de firmar un recibo como entrega de fianza de X cantidad de euros y el compromiso de recibirlo de vuelta si al finalizar el contracto está todo bien. El casero tiene un mes para devolver la fianza tras valorar el piso. A partir de ese tiempo reglamentario, debe devolverlo con los intereses correspondientes por día sin devolver.

No olvidéis hacer fotos o vídeos con fecha demostrable al aterrizar en el piso y al finalizar el contrato, para que no haya sustos con el tema de la fianza. ¡Cuida el piso!

9. Los compañeros, repito... ¡son una lotería! Hasta las amistades en convivencia pueden acabar tirándose de los pelos; son complicadas. Pero ten en cuenta que, sea como fuere, es una experiencia como ninguna, positiva o negativa. Yo en particular no he tenido muy buena suerte, pero tampoco voy a decir nada malo por este canal. Han habido cosas buenas y malas como en toda convivencia. Pero sí es recomendable al  llegar al piso, establecer unas normas de convivencia y una lista de tareas de limpieza. Si lo vais dejando durante semanas... después ya podéis dar misa que no van a hacer nada. Y es que acostumbrarse a no hacer nada, es demasiado rápido y fácil.


10. Leed las facturas bien. Existen lecturas estimadas de contadores (de gas o de luz) y lecturas reales. Si algún mes os viene una cantidad bárbara de dinero en la factura, comprobad esto. Esta mañana me ha venido una que triplica la factura normal y yo, sin saber de que iba, leyendo detenidamente he comprobado que la última lectura real fue en el 2010, lo que implica que nos han cargado en esta factura un periodo sin leer de 3 años. Ahora me toca lidiar con el casero, a ver qué pasa. Ya os contaré.

11. Puede parecer una tontería, pero si cuidáis tener las luces apagadas cuando no las uséis o quitar aparatos en stand-by, sinceramente para pagar ese dinero a empresas, yo personalmente prefiero echármelo en una terracica con un tinto de verano y los amigos. 

Y ahora mismo, no se me ocurren más consejos. ¡Se admiten preguntas! 

Al final... ¡Como vivir en casa no hay nada! jeje.

¡Un abrazo!



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